Propiedades del Té Negro
El té negro proviene de la misma planta que el té verde o el té rojo, la Camelia Sinensis. Se diferencia de los dos anteriores en que en este caso la fermentación es completa. Es decir, los tés verdes no están fermentados, los rojos, amarillos o azules (oolongs), son semifermentados, y los negros, totalmente fermentados.
Su producción se sitúa fundamentalmente en Ceylán, actual Sri Lanka, e India. Países de África ecuatorial están cobrando protagonismo como grandes productores, fundamentalmente Kenya y Tanzania.
Propiedades del Té Negro:
Una de las principales propiedades es su carácter antioxidante, común en todos los tés, debido a los polifenoles. El tanino, más presente por su mayor fermentación, proporciona un marcado carácter astringente, resultando un eficaz remedio contra la diarrea y la gastritis. Resulta también apreciable su capacidad para eliminar líquidos, gracias a su efecto diurético. Su marcado sabor tánico produce una cierta sensación de saciedad que, unida a su carácter diurético, puede resultar un buen aliado en dietas destinadas a adelgazar.
Su capacidad estimulante constituye posiblemente uno de los principales beneficios del té negro, tanto a nivel físico como psíquico.
Y los minerales. El té negro aporta gran número de minerales y otros elementos favorables para el organismo, como cinc, calcio, cromo, magnesio, manganeso, hierro, potasio, fósforo, flúor , etc.
Como prepararlo:
Como los anteriores, infusionado en agua de baja mineralización. Una cucharadita de postre, rasa, es decir, dos o tres gramos para una taza de 25 centílitros. Si el té es del tipo hebra, presentación habitual en los tés de alta calidad, vendidos a granel, el tiempo de infusión debería situarse en 4 minutos, reduciendo este tiempo a 3 minutos si vamos a utilizar hoja broken, habitual en blends como el típico English Breakfast.