Ultimamente vuelvo a oir dudas al respecto; insistamos pues:

El té rojo ayuda a adelgazar. Este es un hecho clínicamente probado y que no ofrece ninguna duda. Pero, ¿qué ocurre con eso que dicen que dificulta la absorción del hierro?
The UK Tea Council se ha tomado el tema en serio y ha elaborado un magnífico informe en el que aclara las cosas, llegando a las siguientes conclusiones:
-El té no constituye, en términos absolutos, un inhibidor de la absorción del hierro. Lo es tan solo en determinadas circunstancias.
-El hierro de origen animal, el que encontramos en la sangre, las carnes, el hígado, etc., no se ve afectado en absoluto.
-A individuos sin ninguna deficiencia asociada al hierro, como la anemia, el té no representa en modo alguno un inconveniente.
-Se han detectado, eso sí, problemas en cuanto a la absorción de este elemento en personas con anemia.
-En este caso, afecta tan solo a la absorción del hierro de origen vegetal, el que encontramos en los cereales, vegetales, fruta, frutos secos, etc., alimentos que aun proporcionando hierro lo hacen en menor medida que las carnes.
-Esta anomalía se produce únicamente en algunos individuos que cumplen las dos anteriores condiciones, si la ingesta del té se realiza durante las comidas o como máximo hasta una hora después.
El informe concluye en que tomar dos/tres tazas de té al día, tomadas al margen de las comidas, no afecta negativamente ni a los individuos aquejados de anemia, no representando para el resto de consumidores ninguna amenaza sea cual sea la cantidad de té ingerida, en cualquier momento del día.
Por lo tanto, si padeces anemia, no tomes tu té mientras comes. Prueba con el vino, que tampoco está mal, y el té lo tomas en el resto del día. Y si no tienes ningún tipo de problema con la anemia, a tomar té rojo, que se acerca el verano y el día menos pensado nos veremos obligados a ponernos el bañador (ir a la playa sin él puede ser una opción peor).
Salud!

Comments